10 junio 2015

La Conversión de Santa Teresa de Romero Zafra - Corpus Christi Sevilla 2015


Con motivo del Quinto Centenario del Nacimiento de Santa Teresa, los Carmelitas Descalzos de la Iglesia Conventual del Santo Ángel de Sevilla, encabezados por Fray Juan Dobado, tuvieron el acierto de montar un Paso de Misterio Teresiano con tres tallas salidas de las manos del escultor - imaginero cordobés D. Francisco Romero Zafra.

A las ya conocidas de Santa Teresa y el Ángel, se añadió la impresionante imagen del Ecce Homo, bendecido en la tarde del miércoles 3 de Junio de 2015 al concluir la celebración de la Eucaristía y previamente a la salida procesional.

Dicha imagen, que configuró junto al resto el el paso de misterio de la "Conversión de Santa Teresa", tendrá como destino final  la ciudad castellana de Valladolid. Para esta ocasión, fue portado por costaleros de diversas cofradías sevillanas en un paso cedido por la Hermandad de la Humildad de San Juan de Aznalfarache.

Acompañado por la Sociedad Filarmónica de Nuestra Señora de la Oliva de Salteras, partió de la Iglesia del Santo Ángel a las 20:30 horas recorriendo las calles Rioja, Velázquez, Campana, Sierpes, Sagasta y Plaza del Salvador, donde quedó instalado formando parte del altar de la Hermandad de las Siete Palabras, que cada año puede verse en la conocida plaza sevillana.

Sin duda, fue una tarde-noche inolvidable, que no por muy deseada, dejó de cumplir las expectativas. Fue todo un lujo y un honor poder compartir con "Paco" Romero Zafra ese conjunto de sensaciones, emociones, sentimientos y vivencias, junto a muchos sus incondicionales llegados desde distintos puntos de España.

Al imaginero que gusta de poner alma y verdad a sus obras, puede verle feliz, gozoso y entregado ante una realidad, supongo que más de una vez soñada, y que cobraba vida por las calles de Sevilla. No hubo detalle que pasase desapercibido. Como ese padre que está pendiente de sus hijos, Romero Zafra fue acompañando al Misterio de la Conversión de Santa Teresa desde su salida hasta que se "posó" en la Plaza del Salvador, acompañado por cientos de de personas que observaban maravillados la obra del cordobés por las calles de su ciudad. Quién sabe si algún día estas escenas u otras similares volverán a repetirse.

Lo que nadie podrá negar a mi entrañable amigo Paco Romero Zafra, es que ha entrado en Sevilla por la puerta que la "justicia" le tenía reservada, una entrada hecha con humildad, con amor y sencillez, virtudes que hacen de este hombre una persona especial, a la que el Señor le ha dotado de unos dones únicos y a la que es imposible no querer.

Gracias Paco por ser motivo de mi felicidad, por tanto y tan bueno que has dado a mi ciudad y a su Semana Santa y, sobre todo, por tu amistad, tu cariño y tu lealtad.

Siento que la calidad de las fotografías no sean del nivel deseado. Este bloguero no llega ni a fotógrafo aficionado. Me bastaría con que, contemplándolas, pudieses llegar como Santa Teresa al corazón de este Ecce Homo, cuya tierna mirada es la del "Cordero de Dios" que en esta Festividad del Corpus Christi honramos celebrar.