12 agosto 2013

Vía Crucis Mago de la Fe (Sevilla)


El verano tiene entre sus alicientes poder disponer de más tiempo para dedicarlo a aquellas cosas que a lo largo del año, inmersos en nuestros quehares cotidianos, vamos dejando un tanto arrinconadas o en segundo plano, lo que no les resta importancia y mucho menos que no puedan ser "desempolvadas" para disfrutar de ellas, reviviendo o recordándolas a través de las palabras o de las imágenes, como puede ser el caso de este post.

Han transcurrido cerca de siete meses desde aquel 17 de febrero de 2013 que, con todos los respetos, yo bauticé como día de "San Asenjo". Un fecha que algunos no olvidaremos, tanto sevillanos como foráneos, pues vino cargada de una expectación inusitada, amén de otros aciertos y desaciertos - fuera de lugar entrar ahora a comentarlos - pero que no por ello hurtaron protagonismo a casi dos días en los que católicos, cofrades, capillitas y curiosos, nos congregamos en la ciudad hispalense, atraidos y convocados por la Archidiócesis de Sevilla, a vivir el Vía Crucis del Año de la Fe que a imagen y semejanza del Vía Crucis de la JMJ de Madrid 2011, se organizó conjuntamente con el Consejo de Cofradías de la ciudad.

Todo estaba previsto y organizado conforme al guión elaborado a lo largo de varios meses atrás. Fueron convocadas dieciséis Hermandades de la Semana Santa sevillana, de las que catorce representaban a cada una de las estaciones del Vía Crucis de Juan Pablo II y las otras dos aportaban una Cruz de Guía y una religuia del Lignum Crucis para el rezo del piadoso acto de fe.

Desde distintos templos o sedes canónicas respectivas, las hermandades, con sus correspondientes Misterios, debían encaminarse hacia la Avenida, lugar donde habría de celebrarse el Magno Vía Crucis. Algo que la lluvia se encargó de dar al traste, teniendo que modificarse el acto tal y como estaba previsto en origen, y celebrarse en el interior de la Catedral, sustituyéndose los pasos por catorces cruces cedidas para la ocasión por la Hermandad de la Santa Cruz.

Quiso la lluvia, por tanto, que cada uno viviésemos esta extraordinaria cita de diversas o variadas formas. Particularmente, y reconociendo que nunca fui muy partidario de cómo se habia organizado, me sentí enormemente satisfecho con el balance final, pues pude participar del santo ejercicio del Vía Crucis en la iglesia, a la vez que con una excelente compañía, visitar prácticamente todas las hermandades que iban a participar en el mismo, así como otras que son siempre cita obligada para mi.

Y esto es lo que en pleno mes de agosto vengo a compartir contigo, en una jornada calurosa de domingo, que para nada se parece a la de aquel 17 de febrero, pero contra la dictadura climatólogica no podemos hacer más que resignarnos. Entoces tocó lluvia, ahora calor. Pero con chubasquero o con bañador, considero que lo importante es que no perdamos esa Fe que Benedicto XVI nos invitaba a vivir y mucho menos la Esperanza, en este Año Jubilar y que en 2014 será especialmente dedicado a Ella, con motivo del 50º Aniversario de su Coronación Canónica.

Aclarar que no están recogidas las catorce hermandades y que en algunos casos, además de las fotografías del propio Vía Crucis, te acompaño el post con las de Imágenes Titulares de otras cofradías que comparten templo o algunas entrañablemente personales.



MONTESIÓN








BESO DE JUDAS




















JESÚS DESPOJADO












EL CARMEN DOLOROSO








TORREBLANCA












LOS GITANOS



PASIÓN Y EL SALVADOR








































GRAN PODER










LAS PENAS (ESTRELLA)



SANTO ENTIERRO



RESUCITADO Y SANTA MARINA























VÍA CRUCIS MAGNO DE LA FE



















SIEMPRE CON ESPERANZA