29 marzo 2009

AL ENCUENTRO DE LA ESPERANZA

Fragmento del Pregón de la Semana Santa de Sevilla 2009 pronunciado por D. Enrique Henares Ortega:



La Esperanza es virtud del sevillano, que siempre esperó, después de tanta negación como hubo de soportar. ¡Qué sería de nosotros sin la Esperanza!. La Esperanza es nuestro último asidero espiritual y también material en estos malos tiempos que corren y que queramos o no, a unos nos hacen mirar al cielo ante nuestra desesperación y a otros que se resisten a hacerlo, al final se les presenta como única salida ante sus necesidades.

Por eso María, para representar tu Esperanza surgió un milagro alado de gracia junto a los muros de la ciudad. Virgen única e inigualable. Esperanza de la vida eterna a la que queremos tener siempre tan cerca como cuando desciendes de toda realeza para encontrarte cara a cara con tu pueblo. Sí, tenerte tan cerca: qué envidia da el pregonero porque elegido entre los mortales ha podido coger tu talle, sentirte y sentir la cercanía de tu cara, casi rozar en sus mejillas las antiguas mariquillas que te entregara Gallito. Me parecía mentira en aquella noche fría del mes de diciembre. De nuevo un Ortega de la misma sangre llevando a la Virgen, tocando su saya, oliendo su ropa: qué cercanía de amor.
En aquella misma noche comprendí como nunca el porqué de la entrega hacia Ti del menor de los Gallos. Si de su toreo se dijo que era catedralicio, de increíbles cimientos, de monumentalidad, de ortodoxia de la perfección, de variedad y riqueza artística..., por eso macareno, hermano de la Esperanza, ortodoxo canon de la belleza, seriedad solamente disimulada por esa inexplicable y escondida sonrisa. Por eso, también por eso, aquella noche soñé que después de Talavera su cuerpo se hizo donaire, como dorada plomada, cuando te encontró en el cielo y vio que el dolor de tu luto todavía te hacía más bella.

Después de aquello, en un mediodía tranquilo me acerqué para verte con mayor intimidad. Qué perfección de cara, parece por parecer humana que hasta la madera tiene poros para humanizarte más.

Otro día me llegué por verte en tu camarín, y debo confesarte que nada me llevé porque estabas vigilada, si no me hubiera llevado un espejo, y en el espejo tu cara para tenerlo en mi casa y todos los días verte, porque viéndote Señora la vida se hace Esperanza.

Fuera de esa intimidad también hay que verte cuando te enseñoreas en la Madrugada en tu paseo por Sevilla. Sí, Señora, toda Sevilla contigo desde la madrugada hasta el mediodía del Viernes luctuoso y a la vez alegre, que esa alegría sólo puede venir de tu Esperanza Coronada:

Toda la madrugada tuya
Reina y Madre Coronada,
testigo mudo del llanto
que hace más bella tu cara.

Toda la madrugada tuya
porque Tú serás su alma
desde el instante preciso
en que tu paso salga.

Toda la madrugada tuya
porque su luna es mirada
que desde el divino cielo
espera ya tu llegada.

Toda la madrugada tuya
porque al verte Coronada
todo un sinfín de estrellas
ha dicho que te enviaba.

Toda la madrugada tuya,
verde broche del alba,
porque quiere pregonar
en tu dolor la Esperanza.

Toda Sevilla contigo,
sinfonía de verde y vino
los bordados de la gracia
en tu camino encendido.

Toda Sevilla contigo
sublime flor de martirio
adormecida en la nana
de Amargura sin sonido.

Toda Sevilla contigo
bordeando tu camino
haciendo toda saeta
piropo en oro molido.

Toda Sevilla contigo
para alzarte con cariño
soñando ser capataz
y costalero con mimo.

Todo corona Señora,
dolor por Sevilla coronado
en esa noche serena
para alivio de tu llanto.

Todo corona Señora
porque siente que te amamos
y perdida la Esperanza
en Ti solo la alcanzamos.

Todo corona Señora
para rematar tu llanto,
primor lleno de dulzura
para revestir tu encanto.

Todo corona Señora
para terminar amando
tu Esperanza sin frontera
en cada esquina asomando.

Todo corona Señora
para que conocer se pueda
que como te quiere tu pueblo
nunca nadie así quisiera.

Sí, María de la Esperanza Macarena
Primor por Sevilla coronado
para que tu andar en vuelo
de tu pueblo enamorado
se haga el camino del cielo.


Muchas Gracias, "costalero".